Humor y reflexión, misión de los 4 Fantásticos
La caricatura es emoción cotidiana, historia dibujada.
El caricaturista sabe leer entre líneas, sabe extrapolar la verdad de una declaración. Sabe pisar firme, evitando las conchas de mango y ser lo bastante genial para evitar la censura. El humor gráfico brilla solo cuando es censurable.
El poder siempre se preocupa por maquillar la historia. Para el gobernante la realidad puede resultar incomoda. El caricaturista es quien lo desnuda y tiene la virtud de hacerlo de manera cotidiana. Termina siendo un historiador respetado por haberse ganado la estima y por ser espejo del pensar colectivo.
De esto trata esta pagina. De la aventura de los 4 Fantásticos al rescate de la “censurable realidad". Y la oportunidad para el ciudadano común de coleccionar pedacitos de historia.
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